Todo lo que necesitas para hacer ciclismo urbano
|Los medios de transporte tradicionales se han tornado obsoletos e ineficientes para atender las necesidades de las grandes ciudades modernas. Las congestiones y la polución, entre otros factores, han hecho que la bicicleta se convierta en una buena alternativa para los ciudadanos de todo el mundo que poco a poco cambian sus hábitos en pro del medio ambiente y la calidad de vida.
En la actualidad, hay más de 600 ciudades en el mundo que tienen sus propios sistemas de bicicletas públicas, los más importantes se encuentran en China (Hangzhou y Shanghái) bajo el nombre de Guangzhou Public Bicycle, Londres con Barclays Cycle Hire, Paris con Vélib, y Washington D.C. con Bikeshare.
En la capital colombiana se intentó realizar un proyecto similar, los bicicorredores, que fue cancelado a mediados de 2016 sin una fecha o estrategia de reactivación clara. Sin embargo, y a pesar de esto, en Bogotá y 17 municipios de la Sabana, por ejemplo, los viajes en bicicleta aumentaron 48% de 2011 a 2015 según la encuesta de movilidad, sumando un total de 800.000 diarios, cifra que sigue en crecimiento.
Es importante que quiénes piensan empezar a utilizar la bicicleta como medio de transporte y estilo de vida contemplen los siguientes factores: frecuencia de uso, terreno a transitar, distancia a recorrer, espacio donde se guardará y por supuesto cuánto presupuesto se desea invertir.
Tipos de Bicicletas
Montaña: Todo terreno, con sistema de cambios y llantas gruesas y con relieve para circular por zonas inestables. Por lo general, es posible encontrar tres diferentes rodadas: 26¨, 27.5¨ y 29¨ en este tipo de bicicletas, que son las más populares. La elección debe hacerse a partir de la altura de quien la va a usar
Urbana: Puede usarse en terrenos no pavimentados, equipada con salpicaderas, parrilla, cubrecadena y luces; elementos de gran importancia para conducir por la ciudad.
Plegable: Diseñada para facilitar su almacenamiento y combinar su uso con el transporte público/privado. Cabe en el baúl de un carro. Está equipada como una bicicleta urbana.
Ruta: Es la preferida para recorrer distancias largas en un periodo de tiempo corto. Alcanzan buena velocidad y son aquellas en las que, por lo general, el ciclista va inclinado hacia delante.
Eléctrica: Tiene acoplado un motor eléctrico que ayuda a su avance. La energía la suministra una batería y puede andar entre los 45 y los 60 KM/H.
Lo que no le puede faltar
Hay algunos elementos que son necesarios para asegurar la seguridad del usuario y hacer de esta práctica una actividad que se disfrute aún a pesar de los imprevistos:
Visibilidad: Al circular por calles y avenidas, los ciclistas se convierten en parte del flujo vehicular y por lo tanto hay que hacerse visible tanto para los automóviles como para los peatones. Para esos existen diferentes productos como: chalecos antireflectivos o reflectores.
Timbre: Permite avisar el paso, pedir permiso, alertar, dar las gracias.
Luces: delantera y trasera. La primera para iluminar el carril por el que se transita y la segunda que se ubica en la base del asiento por la parte de atrás para ayudar a la visibilidad, esta generalmente es de color rojo.
Casco: No ayuda a impedir una conmoción cerebral, sin embargo, el casco reduce hasta un 85% el riesgo de sufrir un derrame cerebral en caso de accidente pues ayuda a minimizar el impacto del cráneo contra el suelo.
Guaya o cadena: Asegura la bicicleta en el lugar designado para estacionarla.
Impermeable: Montar en bicicleta sugiere incomodidad si hay lluvia. Sin embargo, existen trajes impermeables cómodos y no tan costosos que permiten mantener la ropa seca.
Mascara y gafas: evitan la entrada a ojos, nariz y boca de agentes externos como el polvo.
¡Atrévete a andar en bicicleta! Promoverás un estilo de vida saludable y un medio ambiente mejor para todos.